AVANCES EN EL ESTUDIO DEL VALSE LIMEÑO
LA CIENCIA EN LO POPULAR (1)
Por Manuel Acosta Ojeda
Investigar sobre los orígenes del valse criollo fue hasta hace unos años una tarea de titanes. Los estudiosos trabajaban, en su mayoría, sin más apoyo que su entusiasmo y dedicación. Sin embargo, hay también aportes importantes como el de José Antonio Lloréns.
No se puede hablar del estudio del valse limeño, sin mencionar a don Aurelio Collantes, "la voz de la tradición", quien sin más apoyo que su terca voluntad y su inmenso cariño por lo nuestro; publica su primer libro Historia de la Canción Criolla en 1956, con todos sus defectos y desviaciones abrió las puertas para que revisemos a Manuel A. Segura, Ricardo Palma, Manuel A. Fuentes, Abelardo Gamarra "El Tunante" y otros escritores, que a su vez, nos dejaron pistas para llegar a fuentes que aún no conocíamos. Posteriormente escribiría "Glosas y Recopilaciones", "Documental de la Canción Criolla", y "Pinglo Inmortal".
En el diario La Prensa trabajaba un joven periodista chiclayano, Ricardo Miranda Tarrillo, quien invitaba una vez por semana a uno o dos personajes, que él consideraba con conocimiento sobre el tema. Sus agudas preguntas –era abogado litigante–, tenían repreguntas, cuyas respuestas no
quedaban como palabra final, las utilizaba para cruzar información.
En mi opinión, es el investigador que tuvo más y mejor material sobre nuestra canción costeña. Se publicó un sólo libro –sin su autorización– titulado "Canción Criolla del Perú" en el año 1987.
El mejor trabajo de nuestros mayores, sería Del Waltz al Valse Criollo de autoría de César Santa Cruz Gamarra, publicado en 1977, documentado, minucioso y graficado con partituras musicales que lamentablemente nuestras mayorías criollas no pueden leer. César vivió la época de una
de las transformaciones de nuestro valse con Felipe Pinglo, Pablo Casas –con el que formó el "Trío Los Catalinos", con la primera voz de José Moreno– aproximadamente por el año 1930. Sus conocimientos musicales y su nivel intelectual le permitieron dejarnos tan valioso legado.
No podemos dejar de mencionar los trabajos de Nicomedes Santa Cruz, Gonzalo Toledo, "Nico" Cisneros, César Bolaños, Chalena Vásquez, todos muy respetables, pero en el presente caso queremos referirnos al reciente libro publicado por el INC sobre nuestro valse, escrito por José Antonio Lloréns y el joven Rodrigo Chocano, sociólogo y antropólogo respectivamente.
Iniciando el libro se lee: "Quisiéramos enfatizar que lo expuesto aquí no pretende ser la única entrada al análisis de este tema ni mucho menos la única manera de ver las cosas". Honestamente además, confiesan haber recurrido al estudio etnomusicológico de otros géneros, utilizando sus métodos de estudio para analizar el Valse, buscando las coincidencias y diversidades tanto en lo cultural como en lo social.
Desde 1966, cuando empecé a escribir sobre el tema, vengo haciendo el mismo llamado: "un estudio científico de nuestra canción popular" por lo que doy la bienvenida a esta reciente publicación, que debe ser el primer paso al que acuda la neurología, la sicología, la siquiatría, cuando entiendan la importancia de esta manifestación cultural.
"La música, por tanto, se puede reconocer y estudiar como un proceso sociocultural colectivo, y como tal, está en constante cambio, existiendo en el contexto de un cuerpo social especifico o una sociedad. La actividad musical opera al interior y como parte de instituciones sociales más amplias, en diversas interacciones de y con distintos grupos humanos, como dice James Lull (1992:2), porque "cualquiera sea su sonido o significado, la música se origina y reside en los
mundos sociales y culturales de la gente". (1)
(1) José Antonio Lloréns/Rodrigo Chocano, "Celajes, florestas
y secretos", página 20: 2010.
El principal aporte del reciente libro, "Celajes...", sería el hallazgo de la fuente que toma Abelardo Gamarra para la letra del supuesto "primer valse", que por más de 100 años se creyó de su autoría: "Ángel Hermoso". No pensamos que haya habido intención dolosa, puesto que no se conocía, ni se aplicaba el derecho de autor.
Todos los que hemos escrito sobre esta obra, dábamos por cierto que pertenecía a Gamarra la letra y cuya música era de su prima Zoila Bustamante, supuestamente creada en la ciudad de Arequipa.
"...he podido detectar que la letra de ese "vals criollo" no es de "El Tunante" sino que pertenece al escritor español Luis Mariano de Larra, y forma parte del Albun [sic] de la Marquesa de Nevares. Apareció publicado en el Semanario Pintoresco Español (Madrid: Imp. de M. Galiano, Nº 29, 20 de julio de 1856, p. 232), como se puede ver en la siguiente ilustración. Es decir, ya había sido publicado en Madrid por Larra cuando A. Gamarra tenía seis años de edad".
Ángel hermoso á quien amar juré,
Sombra querida que en mi mente está,
Paloma pura, cuyo vuelo alcé
Dime por qué
No me amas ya?
Dime á quién puedo consagrar mi amor,
Dime á qué aspiro, si la fe perdí;
El mundo entero y el placer mayor,
Marchita flor
Será sin ti
Si en adorarte mi existir cifré,
Si en pos de ti mi pensamiento va,
Si gloria y nombre para ti busqué,
Dime por qué
No me amas ya?
Los que conocemos el tema, podemos darnos cuenta que la segunda y tercera estrofa han sido intercambiadas por Gamarra, para luego agregar
Un canto pides de placer mayor,
a mí que arrastro un existir sombrío,
¿quieres acaso con el llanto mío
entristecer, entristecer mi corazón?
Que, sería la única parte que realmente pertenece a Gamarra.
Versos de famosos autores fueron transformados en canciones en ritmo de valses, no con el afán de apropiarse de algo que no les pertenecía, sino con el firme propósito de dejar en alto el nombre del barrio, como Malambo, Barrios Altos, Monserrate.
Otro dato importante rescatado en el libro y que por años venimos diciendo, es la forma correcta de aquella cuarteta española cantada hoy como Marinera Limeña:
Palmero sube a la palma-
Y dile a la palmerita
Que se asome a la ventana
Que su amor la solicita
Palmero es el gentilicio del ciudadano de Palma de Mallorca. Palma es la capital de las Islas de Mallorca, no una palmera. Es como decir, si estuviéramos en Abajo'el Puente: "que alguien suba a Lima". Palmerita, diminutivo femenino de la dama de la misma ciudad Ventana: no tendría por qué ser exactamente parte de una casa, puede entenderse como un malecón o mirador.
Lamentablemente, algunos jóvenes que investigan sobre el tema, prosiguen en el error cuando cantan la mencionada cuarteta.
El libro "el psicoanálisis del vals peruano", mencionado en el trabajo que comentamos, fue merecidamente maltratado en el año de 1969. La opinión más respetuosa y contundente fue la de César Lévano en la revista Caretas, quien dio a entender que los errores de estos jóvenes psicólogos eran principalmente porque las letras de los valses "psicoanalizados" estaban tomadas de los cancioneros y de los discos, donde casi siempre los errores son garrafales, cambiando todo el sentido del mensaje del autor y finalmente tomaron como referencia la encuesta "¿cuales son los primeros 10 valses para usted?" dirigida a la gente "de a pie" que sólo tiene como información, la que recibe de la radio, la televisión y los espectáculos, donde se prefiere la canción más comercial, por ser la popular, lo cual no es sinónimo de calidad
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Tomado del Suplemento Variedades del diario El Peruano
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