domingo, 15 de mayo de 2011

ZAMACUECA V

De Chilena a Marinera
HISTORIA DE LA ZAMACUECA

El autor narra el momento en que nuestra zamacueca se convierte en marinera. El baile adquiere ese nombre como homenaje a la heroicidad del Huáscar y otros navíos peruanos.
Por Manuel Acosta Ojeda

Fue el famoso escritor y periodista don Abelardo Gamarra,quien escribía con el seudónimo de "El Tunante", el que, indignado por la invasión del territorio patrio por los chilenos, propuso el cambio de nombre de "chilena" por "marinera".

En su artículo "El baile nacional", editado en su libro: Rasgos de plumas en 1899, –compendio de artículos de su
columna en el diario El Nacional y luego en el semanario La Integridad– contaba la historia de este suceso:

"El baile popular de nuestro tiempo se conoce con diferentes nombres: se le llama tondero, moza mala, resbalosa, baile de tierra, zajuriana y hasta el año 1879 era más generalizado llamarlo chilena.

"Fuimos nosotros quienes una vez declarada la guerra entre el Perú y Chile creímos impropio mantener en boca del pueblo y en sus momentos de expansión semejante título; y sin acuerdo de ningún Consejo de Ministros, y después de meditar en el presente título, resolvimos sustituir el nombre de chilena por el de marinera; tanto por que en aquel entonces la marina peruana llamaba la atención del mundo entero, y el pueblo se hallaba sumamente preocupado por las heroicidades del Huáscar, cuanto por que el balance, movimiento de popa, etc. etc., de una nave gallarda, dice mucho con el contoneo y lisura de quien sabe bailar, como se debe, el baile nacional.

Marinera le pusimos, y marinera se quedó: por supuesto que por entonces, y para que la semilla fructificara, lanzamos no pocas letras picarescas a las que ponían música esos maestros incógnitos que no se sabe donde viven, pero que nos sorprenden con sus músicas deliciosas".


Ven, china, ven,
Ven y verás
Y verás a los chilenos
Que nos quieren gobernar.
Si te dan, si te dan, si te dan
Si te dan el alto quien vive,
Tu dirás, tu dirás, tu dirás
¡Viva el Perú! ¡Muera Chile!


(...) Al son de este canto sucumbió la chilena y se levantó gallarda, como la bandera del Huáscar, la Marinera, para llegar a ser arriada probablemente con mucha dificultad. El pueblo le ha tomado cariño, y lo que el pueblo quiere, lo consagra con su bendición inmortal. El músico popular, el escritor Alvarado, a quien dedicaremos estudio separado en el transcurso de la presente publicación, él compuso una linda canción callejera y sobre ese tema, una de las más preciosas limeñas, eximia pianista, la señorita R.A. nos ha querido regalar con la elegante marinera que ofrecemos en esta colección, como una de las mejores de su clase. Cántela Ud, y báilela, por ahora, que ya irán saliendo los tonderos y demás resbalosas de la familia musical del Perú" (A. Gamarra, La Integridad)
Con la historia casi siempre hay datos que se pierden en el tiempo, por ejemplo que "El Tunante" propuso 3 nombres: Marinera, Huascarina, Baile de la marinería. Por consenso quedó "Marinera", pues el Huáscar no se había inmolado y a pesar de sus hazañas se hubiera ofendido a los otros buques que luchaban con igual valor. Recordemos que era agosto de 1879. Y "Baile de la Marinería" no sonaba tan bien. Otro detalle casi desaparecido es que solo se menciona la popa del Huáscar cuando huía alegremente luego de herir al enemigo casi siempre superior, comparando este mismo movimiento con las robustas caderas de nuestras sambas o negras. Pero no se habla del espolón, cuando el Huáscar hería el bajo vientre de las naves enemigas y que Gamarra comparaba con el golpe pélvico que se daba en la pareja al finalizar la zamacueca.

La intención de Gamarra de borrar el nombre de "chilena" fue lenta, la gente del pueblo volvió a llamarla "zamacueca", así se puede comprobar en muchos escritos de la época, inclusive Ismael Portal, en 1912, aún escribía que a "los Amancaes" se iba a "bailar zamacueca y resbalosa" y no cita la palabra marinera tal como lo verificamos en su "Lima ayer y hoy", obra vital para los temas que tratamos.

Tomado de la Revista Variedades del diario El Peruano.

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