sábado, 14 de mayo de 2011

ZAMACUECA IV

zama4HISTORIA DE LA ZAMACUECA (Cuarta Parte)

Por Manuel Acosta Ojeda

En esta cuarta entrega el autor nos revela el origen de "la chilena" como también se conoció a la zamacueca, a mediados del siglo XIX. No fue un reconocimiento sobre el origen del baile sino para recordar un hecho histórico.

En 1836 se creó la Confederación Perú-Boliviana para volver a unir a dos países que por siglos habían sido uno solo. Alianza que no convenía a las intensiones expansionistas de Chile.

El ministro chileno Diego Portales, el 10 de setiembre de 1836 le escribe a Manuel Blanco Encalada, jefe de las fuerzas navales y militares:

"...por la comunidad de origen, lengua, religión y costumbres formarán como es natural un solo núcleo (...)

La Confederación debe desaparecer para siempre jamás del escenario de América. Por su extensión geográfica, por su mayor población blanca, por las riquezas conjuntas del Perú y Bolivia, por el dominio que la nueva organización trataría de ejercer en el Pacífico, arrebatándonoslo; por el mayor número de gente ilustrada de la raza blanca muy vinculada a las familias de influjo en España que se encuentran en Lima; por todas estas razones la Confederación ahogaría a Chile antes de muy poco."

En 1839, luego de haber fracasado el ejército chileno en dos oportunidades contra la Confederación, se organiza en ese país un ejército peruano-chileno al mando del general Manuel Bulnes, del que formaban parte Felipe Pardo y Aliaga, Ramón Castilla, Agustín Gamarra, Gutiérrez De La Fuente.

En la batalla de Yungay (1839) cuando el chileno Bulnes ya se retiraba –no vencido, sino rabioso de no poder liquidar al escurridizo ejército peruano-boliviano, comandado por el General Andrés de Santa Cruz–; el joven Ramón Castilla le increpa: "no hemos venido a correr", le quita el mando, y fue él quien vence al ejército confederado.

La soldadesca chilena luego del triunfo con el pretexto de acabar con toda la resistencia quemaron muchas casas, asesinando a sus habitantes y a los animales, a más de 100 kilómetros a la redonda, bajo el argumento de eliminar para siempre al enemigo.

Para inmortalizar la victoria del Ejército de la Unión Restauradora, se compuso el "Himno a la victoria de Yungay", con música de José Zapiola y letra de Manuel Rengifo, el mismo año.

Cuando don Ramón Castilla se dio cuenta del engaño del que habían sido víctimas los jóvenes peruanos que fueron los que finalmente derrotaron a don Andrés de Santa Cruz, acuñó la inútil frase "cuando Chile compre un barco, el Perú debe comprar dos", podemos entender la importancia que tenía este triunfo chileno que volvía a dividir al Perú. Entonces recordamos lo que nos dijera el historiador cajamarquino autodidacto, Julio Rojas Melgarejo por 1966, cuando en Radio Agricultura relató que fue recién a partir de la derrota del General "indio" Santa Cruz, los peruanos como siempre tan ingenuos empezamos a llamar "chilena" a nuestra "zamacueca" en infantil agradecimiento a nuestros "libertadores".

Cuánta sería la importancia de la derrota de Andrés de Santa Cruz, que el "Himno a la Victoria de Yungay" fue considerado por mucho tiempo como el segundo Himno Nacional de Chile.

Años después, José Alvarado "Alvaradito" limeño, compone una zamacueca en letra y música, respetando la forma estrófica de lo que se canta hoy como marinera limeña, publicada el 15 de marzo de 1879 en el diario "El Nacional", contra la invasión chilena al puerto boliviano de Antofagasta. Se titula "Ciruelas de Chile" que en su inicial dice:

Ya no te quiero chilena,
Porque me
causa recelo
Tu conducta nada buena
Y el jugo de tu ciruelo...

Y finaliza con...
"Invasor codicioso
No es buen amigo
Linche con
lonche en lancha
Cuidado con la revancha."

Por esos días Abelardo Gamarra "El Tunante" escribe "La Antofagasta" con música de Nicanor Núñez del Prado...

"Ven acá, Sol de mi vida,
Salitrera
de mi alma
Que aunque tu madre no quiera
Tú serás mi Antofagasta..."

Estas serían las dos primeras "chilenas" conocidas y con autor, pues recién en agosto del mismo año "El Tunante" propondría el cambio de nombre.

Tomado de Suplemento Variedades del diario El Peruano.

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